Cooperación: haz la pregunta o calla para siempre
No nos han enseñado a hacernos preguntas difíciles ni a hacerlas a los demás. En consecuencia, la ignorancia nos lleva a confundir el alivio por felicidad.
Somos una colisión de contradicciones porque intentamos venderles a los demás aquello que quisiéramos ser, y no lo que realmente somos. Queremos que nos quieran a pesar de nosotros mismos, y no por nosotros mismos. Sin embargo, aquí nuestra percepción y la realidad divergen.
Altruismo : ¿ Lo haces porque quieres o porque puedes ?
Las relaciones se construyen a base de contratos invisibles, que ninguno de los integrantes ha firmado, pero en los que ambos creen estar de acuerdo. Por ejemplo, la importancia del compromiso radica en que a las personas nos importa tanto lo que hacen los demás como por qué lo hacen. De hecho, los psicólogos sociales hacen una diferencia clara entre el altruismo calculado y el altruismo genuino. Krebs (1970) argumenta que evaluamos los actos de los demás no sólo por los resultados sino que también por sus intenciones. Así, cuando percibimos que un acto altruista está motivado por un beneficio personal ( reciprocidad o mejorar la imagen), socialmente lo valoramos menos. Según, Krebs las personas que actúan mediante un altruismo calculado son menos fiables que aquellos que actúan mediante un altruismo genuino. Estos últimos no se guiarían por las expectativas de recompensa , por lo tanto se convierten ante nosotros en cooperadores imprescindibles. De modo que, la capacidad y el compromiso que conlleva entablar relaciones sería imposible para quienes sólo buscan intercambiar favores.
Este mismo patrón se ha observado también cuando buscamos potenciales parejas. En contra de lo que el saber popular dictamina, la amabilidad y la honestidad son cualidades que se anteponen al atractivo físico y la inteligencia ( Swansea, 2019). Incluso la percepción de la amabilidad en uno mismo hace que las personas nos consideren físicamente más atractivas, por encima incluso de otras habilidades como el humor(Konov, N., 2024). De esta manera el comportamiento prosocial, indica que personas son y no son potenciales cooperadores. Esto nos lleva a una implicación, si se carece de amabilidad, cuando lleguen los tiempos difíciles, ninguna cantidad de recursos podrá solventar la falta de cooperación.
Las historias que nos contamos
Ulises y Telémaco matando a los pretendientes de Penélope, 1812, Thomas Degeorge, Clermont-Ferrand, Musée d’art Roger Quilliot
La cooperación pide una cognición compleja y superior. Esto es, debemos estar capacitados con una buena teoría de la mente que nos permita inferir los estados mentales y emocionales de los demás. Nuestro amor ferviente por las historias y los relatos antes que por los datos demuestra esto mismo. En La Odisea de Homero, se narra como Ulises tiene que hacer frente a infinidad de desafíos para regresar a su hogar y reencontrarse con su esposa, Penélope, quien le espera durante veinte años, evitando a los pretendientes que desean pedir su mano. Estas historias evidencian lo importante que es la cooperación para mantener las relaciones sociales. Incluso cuando cuando se nos obliga a abordar nuestras relaciones en términos de intercambio nos sentimos mucho menos satisfechos. Aunque parezca contraintuitivo, la gran mayoría de nosotros, salvo aquellos que presentan características antisociales extremas, tenemos la capacidad de sentir empatía y darle valor a las preferencias de los demás.
La risa como un marcador social
Elaine Constantine, Industry Art
Nadie se ríe solo. De hecho, se argumenta que la risa más allá de fortalecer nuestros lazos sociales sirven como una prueba que evidencia simpatía y sobre todo comprensión compartida. Así, las personas que encuentran las mismas cosas graciosas suelen encontrar que comparten muchas otras actitudes y percepciones. Y por tanto, solemos cooperar más con estas personas.
De forma que, en el fondo queremos que nos quieran por quienes somos no por quienes pretendemos ser o lo que podamos ofrecer. Por tanto, te diría haz y hazte la pregunta difícil: ¿quieres que te quieran por lo que eres o por quien pretendes ser? porque la cooperación, la esencia de las relaciones humanas, implica encontrar personas afines. Sin embargo, nos invade el miedo, y en consecuencia, tomamos la decisión de adoptar gustos, ideas y preferencias que, lejos de mostrar quienes somos realmente, son simple reflejo de lo que queremos que los demás vean. Porque, como diría John Powell: “tengo miedo de decirte quien soy, porque si te digo quién soy, quizá no te guste, y eso es todo lo que tengo.”
Que interesante artículo! Me pasa al leerlo, que hay muchas personas que sin ser neurodivergentes, usan masking, enmascaramiento, porque justamente ser como son, en ocasiones no siquiera es validado en la propia familia. Se aprende a ser de una manera xxx, desde niños cuando percibes que ciertas conductas son reconocidas y otras no. Que ciertas formas son 'premiadas' y otras no y así. Crecemos llenos de condicionamientos familiares y culturales que te dicen cómo actuar, pero no como Ser. Entonces, cómo te das cuenta quién eres?
Acupuntura mental la tuya